Las paredes son uno de los elementos más importantes de la habitación, permiten la conjugación de todo un concepto decorativo y es importante tenerlos en cuenta ante cualquier cambio que queramos realizar.
Lo primero que debemos tener en mente es la posibilidad de incluir cuadros, estanterías, espejos, zócalos y cenefas; también hay un elemento poco convencional que dará un toque natural y fresco, los jardines verticales.
Son comunes en exteriores como elementos decorativos, pero el resultado dentro de un salón es un nuevo nivel. Los hay de varios tamaños, desde los que alcanzan los techos, hasta los que tienen el tamaño de un cuadro.
Aunque son difíciles de conseguir el resultado que se obtiene es magnífico, no solo en lo decorativo sino también en lo personal pues la presencia de plantas disminuye el estrés y aumenta la calidad de aire en la habitación.
Las hornacinas son otro de los elementos que puedes tomar en cuenta para darle una identidad notable a tus paredes. Además, representan un ahorro de espacio.
Es fácil adaptarlas al concepto de la decoración implementada en la habitación, pudiendo representar un elemento cálido o uno elegante.
En general, las hornacinas son versátiles, pudiendo ser integradas como elementos minimalistas, urbanos, exóticos o rústicos, además de poder usarse en cualquier instancia de la vivienda.
Las paredes también pueden llenarse de vinilos complementados con la pintura, dándole al mismo tiempo un toque artístico a la habitación.
Estos elementos pueden conseguirse prefabricados, listos para formar parte de la decoración, sin embargo una alternativa es pintar sobre la pared usando moldes.
Además se pueden incluir foto murales de diferentes acabados y dimensiones y hasta con efectos ópticos. Estas opciones son ideales para la ruptura de la monotonía de los espacios.